Soy Miguel Cabello de Alba García y me considero farmacéutico de vocación, siendo hijo y nieto de farmacéuticos, esto me ha hecho vivir y sufrir los pros y los contras de nuestra profesión, que me ha dado poder disfrutar de diferentes comunidades autónomas como farmacéutico adjunto y sustituto, y casi siempre en farmacias rurales. Esto me ha llevado a tener otro punto de vista sobre nuestra profesión, ya que somos la figura sanitaria más cercana a la población y podemos desarrollar toda nuestra labor, no sólo dispensando medicamentos, sino también escuchando, acompañando, ayudando en diferentes facetas al paciente que acude con total confianza a nosotros. Y aquí es donde aumenta mi pasión por la fitoterapia, porque podemos ayudar desde múltiples variantes haciendo una acción activa dentro del sistema de salud, y por eso me encanta mi profesión.