Todo empezó cuando tuve en mis manos mi primer móvil y mi primer ordenador (como cuando un músico recuerda cuando le regalaron su primera guitarra). Ya veía más allá de enviar mensajes con SMS o chatear por Messenger. Sin saberlo, había descubierto mi futura profesión. Empecé como todos, siendo una usuaria más de redes sociales, disfrutando cada vez más de ellas, incluso creé mi propio blog y mi canal Youtube, y aunque nada tenía que ver con el marketing. Querer mejorar mi blog y mi canal me llevó a investigar y apasionarme más con este mundo digital, ir avanzando hasta profesionalizarme y hacer de mi pasión mi profesión.